Famoso por las vajillas mexicanas que utilizamos para hacer frijoles, servir pozole o los cantaritos que usamos para tomar tequila. Utilizar barro en la cocina le da un sabor muy particular a los platillos que pertenecen a la gastronomía mexicana. La Familia Valdivia realiza barro desde hace 5 generaciones.
Aunque se ha hecho común para los mexicanos ver la técnica, su proceso es laborioso y particular. Comienzan realizando la mezcla de diferentes barros que ellos seleccionan, limpian y con sus pies los revuelven para crear su particular pasta. Con esta pasta elaboran una especie de “tortilla” de barro que es de la que parten para realizar todas las piezas en torno o con molde de “hongo” según la forma. Se pulen y limpian las orillas a mano y se deja la pieza en el sol hasta que esté bien seca. Pasa a un baño en engobe de barro rojo, lo que le da el tono rojizo que se ve en las piezas y se mete al horno de leña a baja temperatura, por lo general en la noche para que en la mañana esté listo.
Después de 3.5 horas, sale del horno, se decora con blanco por lo general y se le da un baño en el vidriado. Finalmente se mete al horno de gas en donde durará 4 horas y media a temperatura baja para darle el terminado que le permitirá ser barro utilitario y resistente, libre de plomo.
Piezas:
Vajilla, Macetas, Ollas, Tequileros, Tazas, Bowls, entre otras cosas.