VIDRIO SOPLADO
Ver un taller de vidrio soplado en acción es mágico. Día a día los artesanos entran en una especie de telaraña de trabajo en donde el flujo de las piezas y de sus procesos los mueve a todos. Cada pieza lleva al menos el trabajo de 3 artesanos.
Los hornos de vidrio son de alta temperatura, ahí se derrite el vidrio que después con un popote de metal gigante, se recolecta y se comienza a soplar. Los artesanos se suben a un escalón y el vidrio con el popote queda por abajo, se inserta en una especie de molde que al soplar el vidrio lo rellena y adquiere su forma. Después la pieza pasa con un maestro artesano que le da los terminados y pule la forma con unas pinzas de metal. Cuando la pieza está lista, esta se introduce a un horno en el que durará un mínimo de 8 horas para lograr la estabilidad de la temperatura y que no truene.
Está técnica, nos atrevemos a decir que es de las más utilizadas en México. Algunas de las piezas como lo son caballitos, copas, floreros, platones y lámparas se pueden ver en los hogares mexicanos, restaurantes y hoteles.
LIMITANTES
- Para que la pieza quede exacta se debe de mandar a hacer un molde el cual tiene un costo extra.
- Solo existen los siguientes colores de vidrio que trabajamos: verde limón, verde oscuro, amatista, azul cobalto, azul aquamarina, ambar y transparente. El resto de colores se logra con un pintado externo que no recomendamos para alimentos.
- Aunque se escojan ciertos tonos o formas de decoración, cada diseño es diferente ya que depende de cada mezcla que sale de la cubeta de vidrio. Cada pieza es única.
- Se pueden lograr medidas y capacidades exactas con un molde de acero. Este se cotiza aparte.
- El vidrio que se utiliza es reciclado por lo que un tono 100% transparente no se puede lograr.
- El vidrio soplado por su naturaleza, tiene burbujas en el interior.
CUIDADOS
- Los cuidados que se deben de tener con cualquier vidrio.