En el pasado, ya hemos platicado un poquito sobre la historia del barro rojo vidriado con la familia Valdivia (puedes leer la entrada aquí), el día de hoy te platicamos brevemente un poco de una pareja que es ejemplo de perseverancia y trabajo en equipo: Reina y Laureano. Ellos son tejedores de palma mixteca y comerciantes con quiénes hemos colaborado cerca de 10 años, para esta entrada los entrevistamos y te compartimos un poquito de su vida.
Reina y Laureano son originarios de la mixteca alta en el estado de Oaxaca. Una región al norte del estado caracterizada por ser montañosa donde una de las principales artesanías que se trabajan es el tejido de palma para el uso en cestas, sombreros, abanicos y bolsos. Aunque Reina y Laureano son de allá, hace más de 15 años que viven en la Zona Metropolitana de Guadalajara, Jalisco. Así como muchas otras personas de la mixteca, decidieron migrar en busca de mejores oportunidades económicas y, a lo largo de su vida como esposos, la artesanía les ha acompañado en el camino de generar ingresos, aprender y crecer.
El inicio
Reina nos contó, que ella aprendió a tejer la palma hasta que estuvo casada ya cuando vivía en Guadalajara; lo aprendió de su mamá cuando vió que vender bolsos y canastas tejidas en rafia de colores podía ser una opción para generar ingresos. Nos contó que con el tiempo, Laureano su esposo, también se sumó al trabajo del tejido y dejó su ocupación previa como músico ya que les iba bien.
Lo que nos deja reflexionando sobre la importancia que tiene valorar la actividad artesanal que se hace de forma comercial como vehículo para la transmisión de los conocimientos tradicionales y su preservación. Muchas personas artesanas le dedican tiempo a la artesanía hasta que se vuelve una oportunidad de ingreso digno.
Volviendo a Reina y Laureano, ellos se dedicaban a la venta de tejido de rafia porque en aquellos años era muy común la venta de monederos y bolsos tejidos de rafia de colores en los cruceros. La palma natural no era tan popular, así que por lo general se reservaba el tejido de palma para los cestos y bolsos que ocupaban en sus casas.
Con el paso del tiempo, Reina aprendió por su cuenta a realizar otro tipo de artesanías, como la creación de joyería con piedras, bordado y palma y empezó a vender el trabajo en mercaditos y ferias de artesanía:
“Pues yo me puse a ver que había muchas artesanas que vendían lo mismo y quise hacer algo diferente. Compre material para bisutería y así viendo a otras personas y experimentando fue como aprendí a hacer mi joyería”.
Así, vendiendo la cestería en rafia y la joyería fue como eventualmente conoció al equipo de TEKITI y a otros clientes que se fueron acercando durante las exposiciones para cotizar proyectos especiales.
Así, hoy en día Reina y Laureano se sostienen a partir de las ventas en ferias artesanales y de proyectos especiales, la mayor parte del tiempo Reina prefiere salir a vender y Laureano se queda en casa a hacer los proyectos especiales y cuidar a los más pequeños. Un verdadero trabajo en equipo. Para TEKITI ha sido una fortuna poder colaborar y ver crecer el proyecto de negocio y familia de Reina y Laureano durante casi diez años.
La innovación y el uso de nuevos materiales
Finalmente, el último año hemos tenido la posibilidad de gestionar varios proyectos con Reina y Laureano, donde se han tenido que hacer experimentos con diferentes materiales y técnicas de tejido -puedes ir a ver uno de estos productos hechos por ambos en Ensamble Artesano.
Les preguntamos, cómo se han sentido con la incorporación de estos nuevos elementos y qué significa esto para su proyecto personal y nos platicaron que, en general, experimentar con nuevos materiales es una grata sorpresa, ya que les ha llevado a crear cosas que hace unos años no hubieran imaginado que fueran posibles:
“Yo veo las cosas que hacemos y yo no me imaginaba que se pudiera combinar la piel con la palma. Ya teníamos idea de hacer otros nuevos productos, pero nunca pensé que haríamos estas cosas, que podríamos”.
Trabajar con otros materiales, abre las puertas de la innovación y permite imaginar otras formas de seguir haciendo artesanía para adaptarse a los nuevos públicos y los cambios del mercado. Además, ha permitido a Reina y Laureano mejorar su propias habilidades y aprender mientras trabajan. Seguro pronto estos aprendizajes también se verán en productos nuevos para su propio proyecto.
Esto es un ejemplo más de cómo, contrario a lo que se cree, la artesanía tradicional es una fuente inagotable de innovación y creatividad que es capaz de adaptarse a todos los gustos y estilos sin perder lo tradicional. Combinar materiales, técnicas, colores, tamaños y estilos nos permite crear en conjunto un sin fin de posibilidades. Gracias a personas curiosas y aventadas como Reina y Laureano es que estos conocimientos tradicionales se conservan, se renuevan y crecen.
La artesanía tradicional y el trabajo digno
Para Reina y Laureano, la artesanía ha sido un vehículo hacia la estabilidad económica y el crecimiento personal y familiar. Así como con ellos, la artesanía tradicional mexicana es fuente de empleo para muchas personas artesanas, comerciantes y gestoras que nos encontramos en el sector artesanal. Trabajemos juntas para que cada vez sean más las personas que puedan generar trabajos e ingresos dignos a partir de este sector comercial y cultural.
La artesanía son las personas y hoy ya sabes un poquito más de lo que hay detrás de las piezas de palma mixteca que elaboran Reina y Laureano. Así como esta historia, asegúrate de indagar y conocer lo más posible de todas las piezas y técnicas artesanales que compres con TEKITI, a personas artesanas o en cualquier lugar, ¡te aseguramos que te sorprenderás y las valorarás mucho más!