¿Por qué sistema B?
Sistema B es una comunidad global de empresas que buscan generar un impacto positivo en el medio ambiente y en las personas, que ven los negocios como un medio para la transformación a sistemas más justos y sostenibles. Para nosotras, se convirtió en un objetivo cuando descubrimos que no solamente era un sello a agregar en nuestras etiquetas y comunicación, sino que significa ser parte de una comunidad de empresas donde podemos acompañarnos a encontrar mejores prácticas y asesorarnos.
Poco a poco nos fuimos convenciendo de que esta certificación era para nosotras porque nos dimos cuenta de que a través de Sistema B, podríamos lograr enfrentarnos a algunos de los retos más grandes que enfrentábamos como empresa social: medir el impacto, compararlo y comunicarlo. Teníamos más de 9 años de operar y generar impactos positivos en el sector artesanal, pero nos costaba mucho trabajo cuantificar y comunicarlos.
Sabíamos que estaba ahí, para nosotras era muy claro, pero ¿cómo platicarle a los clientes y la comunidad todo de lo que somos testigos en el trabajo día a día? ¿Cómo probar que lo que estamos haciendo genera impactos positivos en el ambiente y la sociedad y cómo podemos comparar nuestra experiencia a la de otras organizaciones? Sistema B fue la respuesta.
¿Cuáles fueron los retos?
Una cosa fue decirlo, pero otra muy distinta fue lograrlo. En el camino hacia la certificación, nos encontramos con varios aspectos que teníamos que trabajar para obtener la certificación de Sistema B. Nos dimos cuenta de que nuestro principal reto tenía que ver con lograr sistematizar y formalizar todas esas buenas prácticas de comercio justo que ya realizábamos.
Para una empresa pequeña es fácil dejarse llevar por el día a día, hay mucho trabajo en manos de pocas personas y cuando no se tiene el hábito, registrar lo que se está haciendo, los métodos y las formas se pasa a segundo plano. Cuando llegó el momento de poder mostrar lo que hacemos, nos dimos cuenta de que nos hacían falta documentos, fotografías, testimonios de lo que TEKITI había logrado hasta entonces y nos dedicamos a recuperar la mayor cantidad de información posible y crear los mecanismos para recopilarla a partir de ahora.
A través de Sistema B nos dimos cuenta de que si queremos crecer el impacto a partir de formar alianzas y redes con otras personas y organizaciones dispuestas a hacer las cosas bien, ¡es necesario poder comunicar lo que hacemos! Durante todo el 2022 trabajamos en revisar nuestras formas de trabajo, crear nuevas estrategias de medición, formalizar lo que ya hacíamos para encontrar maneras de contarle al mundo lo que hace TEKITI y todas las personas involucradas en este proyecto por el comercio justo de la artesanía mexicana.
¿Qué significa esta nueva etapa para TEKITI?
Ahora que formamos parte de la comunidad de Empresas B Certificadas, sabemos que no podemos quedarnos donde estamos, sino que se trata de una mejora continua, de tomar nuevas y distintas herramientas para hacer mejor lo que ya se está haciendo bien, de ir más allá. Sabemos que en cada recertificación nos encontraremos con nuevos retos y alcanzaremos estándares aún más altos.
Lo que más nos emociona, es que ahora podemos acercarnos a múltiples empresas de México y el mundo que miran los negocios como una forma para generar impactos positivos en las comunidades y el ambiente. Ahora nos toca escuchar, preguntar y compartir para crecer juntos y juntas y motivar a otras empresas a sumarse a este ecosistema. Aplicar todo este conocimiento a nuestra misión por el trabajo digno y sostenible dentro del sector artesanal mexicano.
¡Sigamos colaborando para hacer de la artesanía una actividad económicamente viable!