Artesanía ¿Cómo se mantiene la tradición?

¿Qué es lo que hace “tradicional” a la artesanía? ¿Dónde y cómo encaja la tradición en medio de la moda, la productividad y el pago de impuestos? En esta ocasión Jesús Rodríguez, artesano de tallado de piedra, nos cuenta su experiencia trabajando con sus hermanos, Will y Adrián, en San Lucas Evangelista, Jalisco.

San Lucas Evangelista es parte del municipio de Tlajomulco en Jalisco, México, donde se encuentra una comunidad de artesanos de tallado de piedra volcánica. Aquí se extrae la piedra y se realizan distintos tipos de utensilios, principalmente metates y molcajetes. Chuy, junto a sus hermanos, es dueño de uno de los talleres más grandes de la comunidad que en los últimos años ha incorporado el uso de maquinaria y ha ganado gran reconocimiento por su innovación en diseños y procesos.

1. La artesanía es tradicional por cómo se aprende

Chuy, Adrián y Will aprendieron desde niños:

“Nos enseñó mi papá. Teníamos entre 10 y 12 años cuando empezamos a ayudarle y nos enseñó, unos años después lo dejamos y mejor nos dedicamos a otra cosa. […] Después de 10 años regresamos al pueblo a hacer lo que aprendimos y fue cuando empezamos bien”

La mayor parte de los y las artesanas en México aprenden las técnicas de sus familiares o alguna amistad cercana. La artesanía es tradicional porque se aprende en comunidad y sus saberes pasan de generación a generación.

2. La artesanía es tradicional porque está conectada al lugar de donde viene

La materia prima de las artesanías suele venir de recursos naturales que se encuentran en las mismas regiones donde se produce -a veces más lejos cuando las personas migran-, la artesanía está estrechamente vinculada a las temporadas climáticas, a los ciclos biológicos y la actividad artesanal se adapta continuamente a lo que la naturaleza da.

“Se empieza a trabajar como todo el mundo: con su pico, su barrita y listo. Nos íbamos a pegarle allá arriba al cerro para sacar la piedra y llevarla al taller”

La piedra volcánica tiene diversas variantes y no siempre está disponible el mismo tipo, el trabajo se adapta a los recursos disponibles.

3. La artesanía es tradicional porque es conocimiento vivo

“Las ideas de Adrián fueron ganando premios. […] Poco a poco empezamos a meter a las expos y eventos y le fuimos perdiendo el miedo a salir y a la vergüenza. Porque tampoco éramos muy ahí de andar de vendedores, pero vas aprendiendo a tratar a las personas”

Los diseños, las formas de trabajar, los procesos, las maneras de vender, de platicar la historia y de comercializar… todo en la artesanía se transforma continuamente para adaptarse a las necesidades de las personas que la realizan, distribuyen y utilizan.

“Ya en el transcurso del camino nos dimos cuenta de que necesitábamos ayuda, compramos la primera máquina para hacer lo que nos habían pedido, y empezamos a invertir para facilitar los trabajos […] un pedido de Tekiti nos ayudó a comprar otra máquina y ahí fuimos ampliando”

Y en este camino… el trabajo en equipo es clave:

“Uno se encarga de los cortes, otro agarra los pedidos, yo me pongo más acá atrás en terminaciones… Ahí nos vamos rolando todo”

4. En el siglo XXI, la artesanía, también es salir de la zona de confort y aprender de todo

“Curiosamente, un poco antes de las máquinas nos tocó asistir a un curso del ITESO que se llamaba “Plan de negocios”. Lo que aprendimos ahí lo empezamos a meter acá en el taller y nos ayudó a saber qué es lo que queríamos hacer. Digamos que de ahí para atrás trabajábamos, ¡pero no sabíamos administrarnos!”

Con el avance en tecnología, transporte y nuestras sociedades cada vez más complejas, todas las actividades económicas necesitan actualizarse y aprender nuevas herramientas para mantenerse vigentes: la artesanía no es una excepción. Trabajar con la artesanía el día de hoy, incluye tener la mente abierta a nuevos conocimientos.

La artesanía tradicional no es estática. Si nos alejamos del “romanticismo” que la acompaña, vemos que la transformación de la artesanía ha sido un proceso normal -y necesario- para enfrentar retos contemporáneos:

  • El regateo:

“Lo que me he dado cuenta es que cuando venden artesanía en marcas de renombre, ahí no regatea nadie… ahí su precio es su precio. Luego otros llegan acá con uno, lo ven fregado y todavía te dan más para abajo. […] Ver eso va cambiando la forma de pensar, te enseña a valorar tu trabajo”

El problema más antiguo y persistente, pero cuando conocemos el costo real de tiempo, materias primas y talento que cuesta elaborar artesanía, los y las artesanas cobran lo justo y el cliente o consumidor paga lo justo.

  • La continuidad:

En muchas comunidades, si bien se enseñan las técnicas tradicionales, las personas jóvenes eligen ya no continuar porque no resulta rentable ni viable vivir de la artesanía:

“Ahorita yo lo que veo es que la mayoría de los jóvenes de unos 20 para abajo, ya la mayoría no anda en esto, tienen otros trabajos… tienen a irse a otros lados”

  • La productividad:

“Para mí, caminas y si no sirve, síguele a otra cosa […] La experiencia es que mucha gente se queda donde mismo empieza por hacer las cosas igual que siempre, no camina más”

“Para crecer necesitas industrializarte, sino sencillamente no pasa. […] Lo que se explica a los clientes es que las herramientas y máquinas te ayudan a acelerar procesos más no a hacer las cosas completas.”

En el caso de muchas técnicas artesanales tradicionales, es necesario implementar diferentes alternativas para optimizar procesos y materias primas que permitan generar precios competitivos con el mercado. Esto no significa siempre el uso de maquinaria, ni significa cambiar a modelos de producción y consumo acelerados… significa adaptación: encontrar nuevos puntos de equilibrio.

“Les explico todo a los clientes […] ¿Cuánto saldría todo a mano? Con la máquina una cantidad, el otro a mano mucho más para que me salga bien. […] Es que tienes que hacer valer tu trabajo”

  • El plagio:

Entre personas artesanas, y sobre todo empresas y consumidores, que adquieren piezas y piden realizar réplicas exactas de diseños nuevos. El plagio es un reto que a la fecha sigue siendo motivo de debate en muchos espacios:

“Lo que hacen algunos es devaluar el trabajo, ya que empiezan a buscarlos, pero no es por bonito ni creativo, es porque lo dan más barato […], te compran para copiar los diseños y no batallar”

Entonces… ¿Qué es la artesanía tradicional al día de hoy?

Si bien hay una gran cantidad de retos para los cuales no hay respuestas únicas ni absolutas, lo cierto es que la artesanía tradicional nos acompaña en el presente. No es una fotografía del pasado, sino conjuntos de saberes que están vivos y como tal, se desarrollan a través de la prueba y error.

La artesanía es transmisión de conocimiento, es conexión con el entorno, es transformación constante y, por encima de todo, es las personas que la hacen y mantienen viva enfrentando los retos que eso implica en nuestro mundo acelerado.

La cultura y las tradiciones más que belleza son vehículos para crecer y desarrollarnos individual y colectivamente de manera digna, y si hoy en día se mantienen a través del comercio, la producción y consumo ético de la artesanía es nuestra mejor herramienta para favorecer la continuidad e innovación de las tradiciones.

¿Tú qué opinas al respecto?

Agradecemos profundamente a Chuy y a los hermanos Rodríguez por su confianza y apoyo para realizar este artículo.

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